Ponferrada es la capital de la comarca de El Bierzo y una parada imprescindible si estás por la zona.
Aunque hay datos de pequeñas poblaciones desde la Edad de Piedra, los verdaderos orígenes de esta ciudad se remontan al S. XI, cuando se ordena la construcción de un puente que dé paso a los peregrinos sobre río Sil. El puente de hierro (en latín Ponte ferrato) dio nombre a la ciudad y a su alrededor se asentó la Orden Templaria con objetivo de proteger el paso de los caminantes.
Hay varios puntos de interés en la ciudad para quienes vengan a visitarla:
El Castillo Templario es el gran legado que nos dejó la orden del Temple. Su construcción se inició en el S. XI, aunque ha sufrido varias fases de remodelaciones y ampliaciones en las edades Media y Moderna. Actualmente es visitable el complejo palacial y varias de las torres.
También acoge la exposición Templus libri, donde se exponen facsímiles desde la Edad Media.
Como dato, añadir que se trata de uno de los castillos templarios en pie más grandes y mejor conservados del mundo.
El Museo de la Energía, o Fábrica de la luz, es un pequeño referente es aspecto de divulgación científica y ocio cultural relacionado con la energía. El museo se divide en dos partes: la relacionada con la energía térmica y el carbón; y la relacionada con la eficiencia energética.
La torre del reloj comunica las dos plazas más representativas de la ciudad: la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza de la Encina, y se trata de la única puerta que se conserva de la antigua muralla medieval de la ciudad.
Basílica de Nuestra Señora de la Encina. De estilo barroco y renacentista, está construida sobre una antigua iglesia medieval del S. XII. Alberga la imagen de la Virgen de la Encina, la Patrona de El Bierzo.
Ruta de «cortos». Merece la pena hacer una ruta por los bares, siendo la más famosa la ruta del casco antiguo, tomando cortos de cerveza o vinos (del Bierzo, por supuesto) y acompañados de su tapa gratis.